miércoles, 10 de junio de 2009

Naturaleza y Justificación

Naturaleza
La Shoa se refiere a un evento específico en la historia del siglo XX: el patrocinio del Estado, la persecución sistemática y la aniquilación de los judíos de Europa por la Alemania Nazi y sus colaboradores entre 1933 y 1945. Los judíos fueron las principales victimas – 6 millones de ellos fueron asesinados; los gitanos y los polacos también estuvieron en la mira para ser destruidos o masacrados por razones raciales, étnicas o nacionales. Millones de personas más, incluyendo homosexuales, testigos de J`hv, prisioneros de guerra soviéticos y disidentes políticos también sufrieron amargas opresiones y muerte bajo la tiranía Nazi.
Nuestro evento tratará dos tipos de temáticas: las de carácter histórico y los dilemas éticos. Las primeras, porque la Shoa fue un hecho histórico inmerso en un contexto que, si se quiere, supera los años de duración de la Segunda Guerra Mundial y que aún sigue teniendo repercusiones. Las segundas, porque todos los fenómenos relacionados con este hecho están fundamentados en concepciones ideológicas, religiosas, políticas y filosóficas que pretendieron y pretenden aún hoy, tanto rechazar como justificar, no sólo el antisemitismo sino la Shoa misma.
La versión 2009 de nuestro Congreso tendrá un énfasis más informativo y deliberativo. Por ello hemos programado presentaciones magistrales sobre los temas y un panel, manteniendo el espacio de participación de los estudiantes a través de sus ponencias.
Justificación
Para el Colegio Hebreo Unión, es muy importante promover el conocimiento de los hechos que sucedieron hace algo más de 60 años, en una sociedad que se dejó arrastrar por un líder, el cual organizó una “fabrica de muerte”, y brindar las herramientas para que los jóvenes de hoy puedan entender cuales fueron los motivos que originaron la Shoa. De acuerdo a la filósofa judía Hannah Arendt, “comprender no es perdonar”; por lo tanto, hay que seguir una labor de análisis en acontecimientos, porque estamos seguros de que en un mundo más ilustrado y en el que la razón ética pese más que la instrumental, podríamos evitar que eventos similares se repitan. La ciencia, la razón y la política, no se pueden permitir ningún hecho que lesione a la humanidad ni que la instrumentalice. En ese sentido, espacios como el Congreso son necesarios para generar la reflexión sobre este principio ético tan importante que además le permite a los jóvenes asumir la necesidad de defender decididamente las instituciones democráticas.